¿Cómo se transmite el VIH a través del consumo de drogas?

El consumo de drogas, según cómo se haga, puede ser un problema con grandes repercusiones para la salud, además toda droga (incluida el alcohol), puede modificar la capacidad del individuo de tomar las medidas de prevención adecuadas. Si no tienes pensado dejar de consumir drogas inyectadas, puedes protegerte ante una posible infección de VIH o de otras infecciones.

Puedes también pensar que existen otras vías de consumo de drogas que son menos peligrosas que la vena, como esnifar o fumar. También cabe la posibilidad que entres en un programa de mantenimiento con metadona. Existen centros donde pueden ofrecerte ayuda, desde la reducción de riesgos hasta una deshabituación del consumo.

Si una persona seropositiva utiliza jeringuilla y aguja, en ellas quedarán residuos de sangre, y si la sangre entra en contacto con la cuchara o el recipiente que se use para preparar la dosis, también éstos quedarán contaminados. Por consiguiente, es importante que cada persona utilice su propio material de inyección y preparación de la dosis. No deben compartirse agujas, jeringuillas, cucharas, cazos, filtros o cualquier otro instrumento utilizado en la preparación, ya que éstos deben ser de uso exclusivo para cada persona, mejor aún si son de un solo uso, es decir, desechables.

Una vez se ha usado la jeringuilla y aguja no es conveniente arrojarla en cualquier sitio, ya que otras personas podrían pincharse. Puedes entregarlas a algún servicio de recogida e intercambio de jeringuillas (programas de recogida e intercambio, centros de atención al consumidor de drogas), y así poder conseguir gratuitamente otras nuevas. Si no los conoces, pregunta y averigua dónde están para acudir a ellos. Y en el caso de que este tipo de servicios no existan en tu zona, y no te sea posible disponer de jeringuillas desechables, deberás limpiarlas adecuadamente con una solución de lejía, ya que la lejía mata el VIH. Así mismo es necesario utilizar cucharas y recipientes limpios, así como tu propio algodón o filtro.

  • Deben limpiarse con agua la jeringuilla y la aguja para eliminar restos de sangre.
  • Posteriormente se sumergen en un recipiente en lejía diluida con agua alrededor de un minuto.
  • Esta disolución se ha de aspirar por la aguja con tres succiones enérgicas.
  • Para finalizar debe aclararse con agua de la misma manera, evitando que no queden restos de lejía. Dicha disolución pierde sus propiedades al cabo de un tiempo, por lo que debe prepararse diariamente.

En los establecimientos que utilicen instrumentos que puedan estar en contacto con la sangre: agujas de acupuntura, tatuajes, perforación del lóbulo de la oreja, piercing… debe exigirse la esterilización de los objetos, o la utilización de material desechable.

No deben compartirse los objetos que uno usa en su limpieza corporal, como son los cepillos de dientes, las hojas de afeitar o las tijeras de cortar las uñas. Todo lo que toque sangre debe ser de uso personal y no compartido.

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