Si crees que has estado expuesto/a al VIH, busca atención médica y hazte la prueba.
Si has estado expuesto/a a una situación de riesgo y no han transcurrido 72 horas desde la exposición al VIH, puedes acudir, preferiblemente en las 6 primeras horas, al servicio de urgencias de un hospital, donde valorarán el riesgo y podrán aconsejarte iniciar un tratamiento preventivo con fármacos antirretrovirales durante 28 días para evitar la infección.
¿Qué es la Profilaxis posterior a la exposición (PPE)
La PPE o la Profilaxis Post-Exposición al VIH es un tratamiento antirretroviral que se administra a personas sin VIH que acaban de tener una exposición de alto riesgo al virus. Este riesgo puede ser ocupacional (profesionales de la salud) o no ocupacional (en el contexto de una relación sexual desprotegida o de uso de drogas). Consiste en la administración de pastillas antirretrovirales (suelen ser 3 diarias) durante 4 semanas (28 días) y debería iniciarse inmediatamente después de un posible contacto con el VIH, con el fin de evitar su transmisión: El colectivo de profesionales de la salud Gesida (Grupo de Estudio de SIDA) señala que la PPE se tendría que administrar idealmente dentro de las primeras 6 horas de la exposición, pero no después de las 48-72 horas.
¿Cómo se puede acceder al tratamiento? La Profilaxis Post-Exposición al VIH se dispensa en los Servicios de Urgencias de nuestros hospitales (en Bizkaia, en los hospitales de Cruces, Basurto, Galdakao y San Eloy). Un médico evaluará la trascendencia de la práctica de riesgo en cuestión y valorará si el inicio del tratamiento está justificado o no.
¿Cuándo está recomendado iniciar la PPE? Siempre que se hayan llevado a cabo prácticas que incluyan el sexo anal desprotegido (ya sea como activo o como pasivo/a) con una persona cuyo estado serológico respecto al VIH sea positivo (y que no esté en tratamiento) o, por supuesto, siempre y cuando se mantengan las mismas relaciones desprotegidas con alguien cuyo estado serológico sea desconocido. El éxito de la PPE no está garantizado al 100%, pero varios estudios avalan la efectividad del tratamiento a la hora de mantener a la infección por VIH al margen. Sin embargo, la PPE jamás debería ser entendida como un método de prevención al uso, si no como un sistema para reducir los daños de un accidente imprevisto.