De todos los nuevos casos de infección por VIH diagnosticados, se estima que un porcentaje muy alto (al rededor del 40%) presentaba ya una inmunosupresión significativa al ser diagnosticados, con menos de 350 linfocitos CD4.
Se sabe que el retraso es inadmisiblemente alto en todas las categorías de transmisión y que, tras ajustar por otras variables sociodemográficas, los hombres tienen mayor probabilidad que las mujeres de ser diagnosticados con retraso, y quienes habían adquirido la infección por relaciones heterosexuales tienen mayor retraso que quienes la habían adquirido por otras prácticas de riesgo.
No se dispone, sin embargo, de suficiente información relevante que permita caracterizar mejor los factores condicionantes del retraso en el diagnóstico y su importancia relativa en el mismo, ni hasta qué punto tiene que ver con una ausencia de percepción de riesgo en quienes realmente se han expuesto a la infección, con el miedo a la discriminación en caso de ser positivo, con el desconocimiento de las enormes ventajas de ser diagnosticado a tiempo, o de dónde, cuándo y en qué condiciones puede uno realizarse la prueba.
Es necesario investigar más sobre la distribución diferencial de estos factores según las características sociodemográficas (edad, sexo, posición social, etc.) y las categorías de transmisión, así como por el tipo de servicios sanitarios por los que han pasado quienes se han expuesto a la infección, si el motivo de consulta podría haber hecho sospechar de la existencia de infección y si se les propuso o no hacerse la prueba, aunque sabemos que la gran mayoría de las pruebas de VIH se realiza en el marco de los servicios generales de salud.
Las personas que son diagnosticadas tardíamente de su infección no pueden aprovechar muchas de las ventajas que la terapia antirretroviral altamente efectiva proporciona, que han transformado esta enfermedad de una casi certera sentencia de muerte en una enfermedad crónica con una expectativa de vida potencialmente normal.
Desde la perspectiva preventiva, hoy sabemos que las personas infectadas que desconocen su estado serológico tienen mayor prevalencia de prácticas sexuales de riesgo que quienes ya han sido diagnosticadas. Además, los no tratados tienen unas viremias mucho más altas que las personas correctamente tratadas, por lo que es mayor la transmisibilidad.
España es uno de los países dela Unión Europeaen los que tiene más sentido plantear políticas innovadoras en este campo, pues presenta una de las prevalencias de infección más elevadas y por tanto el beneficio potencial sería mayor y probablemente determinante en el control de la epidemia.
Priorizar el diagnóstico precoz puede ser la estrategia más eficiente a corto plazo para disminuir la incidencia de nuevas infecciones. Por otro lado, en el indispensable balance entre esta necesidad evidente en el ámbito de la salud pública en España y los eventuales efectos secundarios más negativos del fin de la excepcionalidad estamos en una posición ciertamente ventajosa. Aquí fue retirada la propuesta de penalización de la transmisión de la infección en 1992, y no parece probable que pueda hacerse en el contexto jurídico y social en el que se sitúa el problema en nuestro país en estos momentos.
La prueba se entiende primordialmente como parte del derecho de la persona a obtener información sobre su propia salud. Además, cualquier persona diagnosticada de infección por VIH tiene derecho a tratamiento gratuito, lo que no sucede en todos los países dela Unión.Enmayo de 2007,la OMSjunto con ONUSIDA han recomendado también la estrategia de normalización de la prueba de VIH desde los centros sanitarios.
En España, como en la mayoría de los países desarrollados, el cribado de la infección en las embarazadas está recomendado como una práctica universal y viene realizándose de forma prácticamente generalizada. Aunque sólo existe información de estudios puntuales, la prueba se indica generalmente en el contexto de un cribado de otras enfermedades infecciosas y análisis rutinarios de embarazo, realizándose a no ser que la embarazada la rechace explícitamente.
Además de la extensa red pública de atención general o especializada donde es posible realizarse la prueba del VIH de forma gratuita, existen en la mayoría de las ciudades españolas centros especializados donde se puede realizar la prueba de forma gratuita y, si se desea, anónima, aunque no se sabe con precisión en qué medida la población general conoce su existencia.
En los últimos años, desde las instituciones públicas se han apoyado técnica y económicamente programas de ONG que contemplan el diagnóstico precoz y el fomento de la prueba, como los programas outreach o de acercamiento dirigidos a los colectivos más vulnerables a la infección. En algunos casos en estos programas se están empleando tests rápidos, que constituyen una excelente oportunidad de llegar a algunas personas que pueden no haberse planteado la opción y que ven la posibilidad de conocer de inmediato los resultados. Además, en algunos países estos tests rápidos están ya disponibles en las farmacias para que pueda hacérselo el propio interesado.
Desvelar la parte oculta de la epidemia de infección por VIH es crucial tanto desde el punto de vista de la salud pública como del individuo. La percepción adecuada del riesgo de exposición, el fomento de la realización de la prueba diagnóstica, una indicación más amplia y normalizada, la mejora de la accesibilidad de la misma y la diversificación de la oferta deben llevarse a cabo garantizando siempre la voluntariedad y la confidencialidad de la prueba, y previendo y evitando cualquier efecto estigmatizante.
Debe realizarse con la participación de las ONG que representan a los grupos sociales más vulnerables y afectados, profesionales sanitarios que trabajan en diferentes sectores asistenciales, profesionales sanitarios del ámbito de la epidemiología y salud pública y responsables de los planes autonómicos de sida, lo que podría tener además un efecto multiplicador en la estrategia de difusión de la necesidad de realizarse la prueba y las ventajas que supone para el afectado y para la sociedad.
Objetivos del diagnóstico precoz:
- Reducir el número de personas a las que se les diagnostica la infección por VIH en un estadio avanzado sin vulnerar el derecho a la confidencialidad y a la voluntariedad de la prueba.
- Intensificar, ampliar y diversificar las medidas existentes para que la prueba de VIH se realice, acompañada de información clara y precisa, a todas las personas que acuden a los establecimientos, programas y servicios sanitarios centrados en las poblaciones con mayor exposición al riesgo, sin más excepción que la negativa de la persona interesada a realizársela.
- Sensibilizar y formar a los profesionales sanitarios, especialmente de atención primaria, sobre el riesgo de exposición a las ITS, el retraso diagnóstico del VIH y la necesidad de extender la indicación de la prueba a un mayor número de personas.
- Potenciar el enfoque de género en la prevención y el diagnóstico precoz del VIH en atención primaria para facilitar la detección de situaciones de riesgo relacionadas con los condicionantes de género que dificultan la prevención de la transmisión heterosexual del VIH.
- Difundir entre la población, mediante campañas, colaboración participativa de las ONG, teléfonos de información, medios de comunicación y servicios sanitarios, el mensaje de que en cualquier persona que haya tenido relaciones sexuales sin protección con una pareja de la que ignora si vive con el VIH está recomendado acudir a los servicios de salud a hacerse la prueba.
- Facilitar el acceso a la prueba del VIH mediante la extensión de puntos de diagnóstico anónimo, programas outreach o de acercamiento a los escenarios de vida de poblaciones de elevada vulnerabilidad, uso de pruebas rápidas y de autodiagnóstico.
- Analizar conjuntamente con los planes autonómicos de sida, las asociaciones profesionales, las administraciones sanitarias y las ONG la conveniencia de modificar la situación de excepcionalidad en que la prueba se plantea en la actualidad, ampliando a nuevas indicaciones y reduciendo las exigencias y barreras para realizarla en el contexto de la atención sanitaria.
- Aumentar la información periódica disponible sobre la realización de la prueba y la investigación para mejorar el conocimiento científico sobre los factores que están condicionando el retraso diagnóstico en España y posibles intervenciones que ayuden a reducirlo.
Además….
- Con el fin de diagnosticar precozmente las nuevas infecciones.
- Las pruebas disponibles detectan antes los anticuerpos.
- En España un 25-30% de las personas infectadas por el VIH no sabe que lo está.
- Permite beneficiarse lo antes posible de un seguimiento médico y adoptar las medidas necesarias para evitar la transmisión de la infección a otras personas.
- Se estima que más de la mitad de las nuevas infecciones provienen de personas que desconocen su infección.
- Las primeras semanas después de la infección (fase que se denomina primoinfección) la infectividad es muy elevada.
- La motivación para hacerse la prueba tiende a disminuir al pasar el tiempo desde el momento de la práctica de riesgo.