La lipodistrofia es un síndrome que engloba varios síntomas. Se trata de una serie de efectos adversos relacionados con la forma en que nuestro organismo procesa las grasas y los azúcares, que se han asociado, sobre todo, a la toma de la terapia antirretroviral.
Todavía no se conocen con exactitud todos los mecanismos por los cuales aparecen y se desarrollan estas anomalías, pero sí vamos sabiendo cada día un poco más.
Cuáles son los síntomas
Coloquialmente, cuando hablamos de lipodistrofia lo asociamos a una redistribución anómala de grasas en el cuerpo, que puede ser tanto pérdida como acumulación de grasa.
La pérdida de grasa subcutánea recibe el nombre de lipoatrofia. Suele ser más frecuente y visible en las piernas, los brazos, las nalgas y, especialmente, en la cara. Puede ser leve, casi imperceptible, o severa. Tener lipoatrofia en las nalgas puede llegar a dificultar el permanecer sentado durante mucho tiempo por el dolor que causa la ausencia de grasa. La lipoatrofia en la cara es uno de los efectos que, hoy en día, sigue causando más estigma y discriminación. En general, la esqueletización del rostro es percibida como síntoma de enfermedad.
La acumulación de grasa recibe el nombre de hipertrofia. La grasa que crece en el interior del abdomen se llama grasa intrabdominal o visceral, porque se desarrolla entre los órganos. Puede llegar a presionarlos de tal manera que la persona acabe teniendo una sensación importante de hinchazón, que puede impedir sentarse con comodidad o incluso respirar o comer adecuadamente. También se puede acumular grasa en los pechos tanto de hombres como de mujeres. La concentración de grandes cantidades en el cuello y la parte alta de la espalda también puede llegar a ser incapacitante.
La definición de lipodistrofia, asimismo, incluye otros efectos sobre las grasas y los azúcares que no se ven a simple vista, sino en los resultados de un análisis de sangre. Estas alteraciones metabólicas son:
- Aumentos de grasas o lípidos en sangre (colesterol y triglicéridos).
- Aumentos de azúcar en sangre (glucosa) y desarrollo de resistencia a la insulina que, en ocasiones, puede derivar en la aparición de un tipo de diabetes que en la población general se relaciona con la obesidad.
Cuáles son las causas
En la actualidad, todavía se desconocen todos los factores que contribuyen a la aparición de la lipodistrofia, pero sí se sabe que el uso de ciertos fármacos antirretrovirales favorece de forma muy importante dicho desarrollo.
Otros factores que se han relacionado con el desarrollo de lipodistrofia son: la edad de la persona, la duración de la infección por VIH, haber empezado el tratamiento con recuentos de CD4 muy bajos y también factores genéticos.
A quién afecta
Tanto hombres como mujeres y niños de distintos orígenes étnicos han desarrollado lipodistrofia, pero en cada persona puede manifestarse de forma distinta.
Se estima que la lipodistrofia afectaría, aproximadamente, a un 30% de las personas que viven con VIH en España.
Es difícil prever y no existe ninguna prueba que pueda ayudar a saber quién va a experimentar qué síntomas. Por ello, es importante prevenir su aparición o detectarla pronto. Hoy en día, hay muchas cosas que pueden hacerse.
Qué se puede hacer
- Se puede prevenir, en especial la lipoatrofia, eligiendo una de las combinaciones de antirretrovirales que menos se haya asociado a su desarrollo.
- Se puede revertir en parte, y sobre todo detener, si se detecta pronto. Existen técnicas de medición de la grasa corporal que pueden ver pérdidas o aumentos en fases muy tempranas.
- Se puede reparar la pérdida de grasa en la cara, y también, en algunos casos, las acumulaciones.